En un nuevo intento por frenar la salida incontrolada de petróleo, se han vuelto a sumergir los robots submarinos que intentan abrir una válvula con el fin de detener el avance de la mancha de petróleo.

Desde la superficie, estos robots no tripulados, en total unos seis, intentan una vez mas, detener la fuga, además en un intento del presidente de BP por minimizar en lo posible los gastos que se generen por la fuga, pues ya se le hizo responsable a su corporación de los gastos que genere la limpieza del mar.Aun no se estima exactamente cual es la cantidad diaria de la fuga, y se dio a conocer que es una maniobra sumamente difícil, a pesar de ser controlados por la superficie, el lugar de la fuga se encuentra totalmente oscuro, y los robots apenan pueden iluminar la zona, por lo que complicaría la operación.

En uno de los universos más hostiles para el ser humano, estas máquinas ultrasofisticadas y operadas desde la superficie tratan de activar una válvula de 450 toneladas para frenar la fuga de crudo.

“Como pueden imaginar, es como hacer cirugía cardiaca a mil 500 metros de profundidad, a oscuras y con robots”, explicó Lamar McKay, presidente de British Petroleum (BP), empresa que operaba la plataforma, a la cadena de televisión ABC.

“En una escala de complejidad de cero a 10 le daría nueve a estas operaciones”, declaró el almirante Thad Allen, comandante de los guardacostas.