El oro al contado se negociaba a 1.211,40 dólares la onza contra 1.198.65 el jueves en Nueva York, después de subir incluso hasta 1.213,25 la onza durante la sesión, aunque cerró estable en 1211.

El oro registró el día anterior jueves su mayor descenso diario en cinco meses, con un desplome de casi 4 por ciento al mínimo en cinco semanas después de que el mes pasado toco su máximo histórico por encima de los 1250 dólares la onza.

"Hemos tenido malos datos de Estados Unidos. El desempleo fue más alto de lo esperado y las ventas de vivienda y el dato de actividad manufacturera estuvieron por debajo de las expectativas", señaló Philippe Gijsels, jefe de análisis de BNP Paribas Fortis Global Markets en Bruselas. Entre las malas noticias que fueron reveladas, se anuncio que los reclamos de seguro de desempleo aumentaron más de lo esperado, el gasto en construcción se redujo en mayo y el número de consumidores en el sector inmobiliario registraron una caída histórica, al marcar su mínimo registrado desde que se empezaron a tomar estas estadísticas en 2001.

"Tuvimos una corrección grande pero los fundamentos, ya sea políticos o económicos, no han cambiado", dijo. "Es una buena oportunidad para comprar algo de oro". Las mineras operaban al alza después de que Australia descartó su propuesta de impuesto a las ganancias extraordinarias del sector, a cambio de un tributo a la renta de los recursos, más bajo.