La Bolsa de Tokio cerró la sesión del martes con ganancias después de una volátil sesión en la que llego a tocar valores mínimos registrados hace 7 meses, pero debido al yen que frenó su apreciación y permitió un ambiente favorable durante la segunda mitad de la jornada. El índice Nikkei ganó 71,26 puntos, el 0,76 %, hasta situarse en 9.338,04 puntos.

Al optimismo contribuyó a la buena marcha de los mercados bursátiles chinos, tras las importantes caídas de la semana pasada, que dejaron el Nikkei cerca de la barrera de los 9.000 puntos. Las empresas con importante presencia en China se apuntaron ganancias, como en el caso del fabricante de maquinaria de construcción Komatsu, que avanzó más del 2 %, un porcentaje similar al que sumó Kubota, productor de equipos agrícolas.

Los analistas consultados por Kyodo subrayaron que la bolsa de Tokio se encuentra en desanimo debido a que en la jornada anterior se había registrado el feriado en wall street por la festividad del Día de la Independencia y en el país se encuentran a la espera del resultado de las próximas elecciones parciales al Senado en Japón el domingo.

Mientras que aun se siente el desanimo por los datos económicos de Estados Unidos.

"Hemos tenido malos datos de Estados Unidos. El desempleo fue más alto de lo esperado y las ventas de vivienda y el dato de actividad manufacturera estuvieron por debajo de las expectativas", señaló Philippe Gijsels, jefe de análisis de BNP Paribas Fortis Global Markets en Bruselas. Entre las malas noticias que fueron reveladas, se anuncio que los reclamos de seguro de desempleo aumentaron más de lo esperado, el gasto en construcción se redujo en mayo y el número de consumidores en el sector inmobiliario registraron una caída histórica, al marcar su mínimo registrado desde que se empezaron a tomar estas estadísticas en 2001.