¿Llegó la reivindicación del petróleo mexicano?

Por en (Miami)
Durante un largo tiempo todo lo que giraba en torno del petróleo mexicano se revestía de dignidad y hasta de cierta gloria, ¿quien no recuerda esos festivales escolares que se realizaban hace unos cuantos años el 17 de marzo porque el 18 de marzo era día festivo y feriado nacional?, y ¿cómo olvidar las lindas representaciones que incluían reseñas y diálogos que supuestamente se atribuían a Lázaro Cárdenas del Río? además de que claro estaban las curiosas maquetitas de pozos petroleros que encargaban las maestras a los niños de sexto (por aquello de que ya saben hacer mejor sus tareas), además de todavía está fresca en la memoria la manera en que se veía a aquellos afortunados niños cuyos papás trabajaban en Pemex, los cuales eran casi admirados por semejante distinción...
 
Pero un buen día y sin previo aviso se acabó esa imagen irreal que giraba en torno al petróleo mexicano, así que en vez de realizar lindos festivales se borró por completo de la lista de festivos, al día de la Expropiación Petrolera en los calendarios cívico-escolares y se convirtió en un día común y corriente, las maquetas fueron olvidadas y en lugar de eso aparecieron unas cuantas reseñas al respecto en el libro de texto gratuito de Historia; y si alguna que otra maestra nostálgica llegaba a pecar de entusiasta dándoles a colorear a sus jóvenes pupilos de primer o segundo grado un rostro que quiere parecerse a aquel presidente que expropió el petróleo, era casi seguro que los niños comentaran al llegar a casa que les dejaron de tarea “iluminar a Pancho Villa”, por que no tenían idea de quien se trataba; y que decir de aquellos trabajadores de Petróleos Mexicanos e hijos de los mismos que hasta el día de hoy casi evitan sacarlo a relucir porque los demás los ven con recelo y automáticamente los consideran sospechosos de corrupción.
 
Y como cereza del pastel vinieron las constantes caídas del precio de la mezcla mexicana que tan sólo este año fueron tantas que su precio promedio ha sido tan sólo de 32.99 dólares por barril, y para echar más sal a la herida, los constantes aumentos del precio de la gasolina ya no son noticia novedosa para ningún mexicano; por lo que todo esto inevitablemente ha provocado la intermitente comparación del precio del petróleo y sus derivados para la gente común en México, con el costo obviamente menor de dichos productos en otros países.
 
Efectivamente la forma de ver el petróleo y todo lo que lo rodea se ha envuelto en cierto desprestigio, y ha pasado de ser la gran esperanza de progreso del país para convertirse en una enorme desilusión.
 
Sin embargo en los últimos días (cinco para ser exactos) el petróleo mexicano ha buscado su reivindicación, al menos en cuanto a su cotización y es que después de una continua devaluación de su precio, en estos últimos días ha repuntado llegando a sobrepasar los 40 dólares por barril, pero aún sin alcanzar los 50 dólares que se pronosticaban para este año en la Ley de Ingresos de la Federación.
 
¿Querrá decir esta que el petróleo mexicano por fin logrará reivindicarse? Lamentablemente los elementos actuales no son suficientes para que el petróleo mexicano vuelva a su época dorada.
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